Médicos del Mundo denuncia el difícil acceso de los palestinos a los hospitales, debido a la construcción del muro y a los más de 700 puntos de control israelíes, con casos muy graves en partos y enfermos que necesitan diálisis.
Foto de Médicos del Mundo Xosé Ramil / Redacción (17/03/2005)
“La sensación de vivir en una cárcel es enorme, y no sólo por el muro sino también por los más de 700 puntos de control establecidos por los israelíes”, afirma Joseph Coll, médico y cooperante de Médicos del Mundo en Palestina.
De los 622 kilómetros proyectados para el muro, 255 ya están listos o en construcción, con zonas hechas a base de hormigón y otras con alambres de espinos y cables eléctricos. 200 casas ya han sido demolidas y 26 clínicas de atención primaria han quedado aisladas.
La gente no puede llegar, a menudo, a los centros de salud, incluidos los propios médicos. Los casos más flagrantes son los partos y prueba de ello, según Coll, son “el gran número de nacimientos que se han producido en los puestos de control”.
Lo mismo ocurre con enfermos agudos, crónicos, con dificultades de movilidad o los que necesitan diálisis y se exponen periódicamente a que les impidan pasar en los puestos de control, con un horario de apertura de tres veces al día.
Según el informe de Médicos del Mundo sobre el impacto del muro en el sistema sanitario palestino, éste tenía un nivel muy alto pero se está hundiendo bajo la presión israelí. “A menudo nos retrasan en el control de Tayassir. Aunque el personal médico de la ambulancia muestre sus acreditaciones a los soldados, los deja indiferentes. Nuestras acreditaciones médicas no significan nada para ellos”, afirma un coordinador sanitario.
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Fuente: Canal Solidario
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